Como ya adelanté en un artículo anterior, tras repasar la instalación eléctrica ahora quedaba claro que la avería que ocasionaba que el pelotilla se apagase totalmente y sin previo aviso estaba en la propia llave de contacto.
Puedes leerlo en Los electroduendes del 600.
Mi Seat 600, que es un modelo E, tiene anulada la llave de contacto del salpicadero y en su momento le pusieron como «extra» el «Antirrobo Clausor» en la caña del volante. Y ahí es donde vivían los electroduendes que hacían que cuando menos te lo esperaras el coche se apagara… Algo raro debía tener dentro…
Estaba esperando la llegada del nuevo Clausor desde antes del verano, se ha hecho de rogar, pero al final ya lo tengo entre mis manos.
La primera sorpresa fue que no era un «Clausor» si no un «DOG» made in Argentina.
Eso no me suponía un gran problema para mi, pero poco a poco fui descubriendo algunos detalles más que no me convencieron:
- La llave no sale en la posición «Garage»
- al accionar la cerradura no da la sensación de firmeza y seguridad que da el Clausor
- la barra que bloquea el volante no es una barra si no dos aletitas y
- Las llaves son feas, feas, feas y con un dibujo de dientes demasiado sencillo
Por todo esto me decidí a desarmar el Clausor viejo por ver qué descubría.
Lo primero de lo que me di cuenta fue que la parte eléctrica es una pastillita sujeta con 2 tornillos al final de la cerradura. Lo que la hace sustituible 🙂
Así que quité los tornillos y me di cuenta que la parte eléctrica del Clausor viejo estaba un poco mal (de hecho se me rompió del todo al trastear con ella)
Al hacer lo mismo con la cerradura nueva comprobé que ambos circuitos eran exactamente iguales y perfectamente intercambiables, por lo que puse la nueva pastillita eléctrica (negra) en la antigua cerradura Clausor original.
De esta manera conservo la cerradura original, mucho más sólida y que funciona bien, pero con la parte eléctrica nueva, que va perfectamente.
¿Siguiente paso? Vuelta a poner los tornillos, montar en el volante, colocar los cables, girar la llave, salir a la calle, ir a hacer la compra, visitar a los amigos, circular por que sí… Vamos, lo normal. ¡Todo perfecto ahora! 🙂